Cancionero infantil, parte…

Realmente es un acto de holgazanería de nuestra parte (los maté con “holgazanería”, qué palabra tan elegante para decir vagancia) pero no recordamos qué número de canción infantil vamos a analizar.
Hace tiempo que no analizábamos una, en la calle la gente nos lo hacía sentir. “Vo, ¿para cuándo la canción infantil? Tengo que saber qué significado tienen pa saber si mi hijo tiene que ir a la escuela o lo dejo mirando Ben 10”, era uno de los comentarios que a diario nos encontramos en la calle. “
Como ya les habíamos contado se acabaron las canciones de nuestra memoria personal, y por ende recurrimos a solicitar alguna a ustedes, los lectores. O directamente recurrimos a robarla de la web, y éste es el caso.
A continuación, analizaremos “Que llueva, que llueva”:
Que llueva, que llueva…
No es el título, no. Es el comienzo de la canción. Cualquiera supondría que las canciones son para que las canten los niños en la escuela, jardinera, jardín, guarda-bultos –digo- guarderías, etcétera. Pero al parecer también las escriben los niños, porque esta primera estrofa no parece ser lo más elaborado que se haya visto en canciones.
Bueno, me dirán que el 99 % de las cumbias tampoco lo son; tampoco me voy a poner en el papel de defensor de la cumbia (en todas sus expresiones: plancha, reggeatón, plena, salsa o Tan Biónica), pero si es necesario cazo la gorrita con visera -que siempre guardo por si a caso- y te defiendo a la cumbia, en contra de esta basura de primera estrofa de una canción infantil.
La vieja está en la cueva…
No me gusta demasiado esto. Volvamos a lo de hoy: es una canción infantil, y a menos que ésta modernidad (sí, hay muchas modernidades) venga con el concepto de “vieja” ya establecido, a mí se me enseñó –cuando infante- que debía respetar a las señoras mayores y señalarlas de esa forma, como señoras mayores. Lo cual creo que terminaría agrediéndolas más, igual que al llamarlas “viejas”; en fin, viejas o señoras mayores se ofenden igual porque te vienen así de ofendidas; las viejas, o las señoras mayores
Ahora, habla de la cueva. No se precisa ser un sabio para saber que la vieja vive en un sucucho, la pregunta que todos ustedes se estarán haciendo es ¿es Lucía Topolanski, “la Pepa”? Con todo respeto claro, para nuestra primera dama.
Los pajaritos cantan…
Es muy de vieja tener animales en la casa, cueva o asiento de ómnibus donde viva. Se ve que esta vieja tenía pajaritos, y no uno solo.
Ahora, ¿no estaremos ante una metáfora sexual? ¿Y que pajaritos no signifique solamente eso que estamos imaginando si hablamos de un mundo de canciones infantiles, inocentes, con colorido y conejitos saltando? No sería la primera vez, busque en esta página usted lector y encontrará las metáforas escondidas dentro de canciones infantiles.
Mejor no aclarar lo que en realidad estaría significando “pajaritos” en el contexto de una vieja solterona que vive en una cueva.
Que sí, que no…
Y las viejas son indecisas, eso lo sabemos todos. Basta con subirse a un ómnibus y ver cuando le preguntan al chofer si éste pasa por “x” lugar, para luego razonar durante eternos segundos la decisión de subir, y todos nosotros esperándola, sujetada de la puerta como si con sus superpoderes lo intentara detener.
Que caiga un chaparrón…
“Chaparrón” estoy seguro que primero se creó en el diccionario del español antiguo (o sea de viejas) y luego se expandió a través de esos jóvenes ancianos que se reproducen entre sí.*
Es muy de vieja también querer que llueva. Nunca por sus intereses personales, sino porque al mirar el informativo y entrar en la manija de la sequía, de los estancieros llorando desconsolados en cámara porque se le secó el boñato, que la represa esto y el gobierno que te apaga la luz lo otro; te terminan pidiendo a gritos (léase en el almacén o vereda con demás co-ancianas) que llueva.
Claro, enseguida del deseo cumplido viene el “¿por qué tiene que llover? Ahora no me seca la ropa”.
Arriba del colchón…
Mirá la vieja, se soltó nomá. Agarró la ceibalita que el nieto reventó contra la heladera, se creó una cuenta en una de las tantas redes sociales, y salió en busca de lo suyo. “Veterana busca joven para enseñarle cosas chanchas”, “mujer mayor busca cuidar bebé”, y mi preferida “señora busca relación estable”.*

*1. Existen. Nos referimos a esas personas jóvenes que claramente demuestran que algún espíritu anciano se les metió dentro y los dominan por completo. Hablan como personas mayores, se visten como personas mayores, y se quejan en canal 10 sobre cualquier tema en la calle, como personas mayores.
*2. Aclaro: no son mis preferidas las señoras que buscan relación estable. No vaya a ser cosa que la casilla de correo se me llene de propuestas, insultos, o propuestas precedidas por insultos. Quiero decir que la frase-nick de un chat de levante que más gracia me causa es esa. ¿Por qué? Vamos, ¿en qué chat de gente semi-depravada una persona podría salir buscando una relación estable? No me chupo el dedo con guantes de lana.

La imagen seductora de un galán de las redes sociales.

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