El 4

Como ya deben saber (y sino vayan a la anterior columna) en estas semanas me dedico a publicar cosas de otros. No piensen lo que creo que están pensando: no estoy aprovechando antes que salga la ley SOPA.
Hasta el momento solo he publicado textos de otras personas, hoy les traigo un video. En este caso se trata de un personaje humorístico: Eber Ludueña. Podría haber elegido otro video, pero elegí éste, porque sí.
En la red hay muchísimos, y muy graciosos todos (recomiendo "Radiografía de un ídolo", son seis capítulos de 10 minutos cada uno; sí, lo miré todo), pero hoy conformensé con este.
Les dejo la anécdota del día que Eber Ludueña almorzó con Mirtha Legrand.

















Vacaciones mentales


Es un poco fácil de nuestra parte copiar y pegar textos. En este caso sí, pero generalmente cazamos el libro y copiamos el texto. Como no nos tomamos vacaciones reales, como hacen muchos de ustedes queridos burgueses, decidimos decirle a nuestro cerebro “dale, tomate unos días tranquilo que sigo yo”. Y haremos como el año pasado, les traemos tres textos de tres escritores que hacen humor, que de alguna manera influyen en nuestra manera de escribir, nos motivan a seguir escribiendo, o simplemente nos pinta leerlos. Además intentamos hacerlo ahora antes de que esto se llame plagio y en vez de escribir me tenga que dedicar a tomar sopa.
Con ustedes “El Castigador”, columnista de humor del viejo sitio web –hoy newsletter- Quenonino.com. En este caso la columna está escrita después del último clásico del Apertura, donde Nacional venció de atrás y en la hora a Peñarol.

Textual:

El Castigador

Un Clásico cuento

Publicado por info@quenonino.com

El Castigador repasa lo mejor del partido de la fecha. Nadie sale vivo de su análisis de la gran fiesta del fútbol uruguayo.

Lo de Peñarol es vergonzoso. Hay que perder en los descuentos, con un jugador de más, de atrás, contra un equipo donde juegan Renato César (¿?), Darwin Torres (¿?), Alexis Rolín (¿?) y Gonzalo Bueno (¿?). Inadmisible que "Jason" Viera (¡es de terror!) te cope la parada, que un adolescente con aparatos fijos te gane el partido y que el jugador más frío de la historia (Recoba. Tejera ya se retiró, Nacho González también y Batista juega al básquet) haga el gol del triunfo. Bah, en realidad no es tan vergonzoso. Peñarol está acostumbrado a perder clásicos así. Lo vergonzoso es lo de los hinchas de Nacional en la Olímpica, que no cumplieron con su cultural costumbre y se levantaron de los asientos tras el emocionante 2-1. Muchos nunca habían visto un partido de pie…
El partido confirmó que Santiago Silva aún es de Danubio y que Gregorio es un entrenador inteligente: viendo que el empate no servía, se la jugó e hizo el cambio ofensivo que desequilibró el partido (para Nacional). Gunino fue la figura de la tarde y ya lo quieren de vuelta en Francia...los hinchas de Peñarol. También confirmó la importancia de Emiliano Albín: sin el capitán de la selección, Peñarol se resiente mucho. ¿Cómo? ¿No estaba lesionado? ¿Podía jugar? ¿Pero no era la figura del equipo un mes atrás?
En Nacional, pese al triunfo, no pueden creer la mala suerte con la salud de sus jugadores. Peralta se agarró fiebre...justito un caluroso sábado por la noche. Dicen que fue mientras miraba "Los puentes de Madison", tomando té con miel y galletas caseras, de pantuflas y con su almohada de pluma. Otra baja sensible fue la de Viudez, quien hizo todo lo humanamente posible...para no recuperarse. Un tipo de carácter. La sanidad del club está cuidando a ambos con la misma responsabilidad que a Medina.

Observaciones del clásico:

-Tuvo razón Damiani al describir como "una fiesta" las elecciones de Peñarol. Fueron todo un éxito: votaron 3.646 personas, 558 más que en 2008.
-Matías Sosa fue con distancia el jugador más importante del domingo: su sola presencia le bajó 16 grados a la insoportable tarde veraniega. Gracias, porteño.
-¡Volvió Carini! El Nº1 (de los errores tontos) dio uno de esos rebotes que lo hicieron grande en la selección. Te extrañábamos.
-Núñez será citado a declarar tras la denuncia de una organización protectora de animales. Motivo: ataque a un perro.
-El aire acondicionado del vestuario de Peñarol se rompió antes del partido. ¿Solución? Llamaron de urgencia a Zalayeta.
-Tras el partido, Valdez le pegó a una maceta. No por enojo: creyó que era Medina.
-Darío defraudó: perdió y fue incapaz siquiera de intentar armar una generala. Claro síntoma de que el retiro es inminente.
-Gallardo impuso el exquisito estilo argentino a nuestro fútbol: camisa apretada, collar, pelo mojado, pecho al descubierto. ¿Nena o varón?
-El Piojo Pérez encontró su puesto...en Twitter. Luego de fracasar en todos los equipos (Tacuarembó incluido), el enganche la rompe en la red social. Carrera en ascenso.


Teorías de cómo darse frescor en verano


No voy a hacer la fácil y tirarme de crá en todo esto. Cuando hace calor, como hoy, no se aguanta así nomás. Vivo en una casa fresca, es cierto, pero cuando no tenés una persona mayor que abra las puertas y ventanas azarosamente. El secreto de mantener fresca a una casa –es insólito que tenga que aclararlo- es cerrar las ventanas y puertas cuando hay sol, y abrirlas cuando cae la noche. Parezco bobo diciéndolo pero hay gente que se piensa que por que hace calor hay que abrir inmediatamente todo. No miento, hay gente que lo hace.
Tampoco les voy a decir que es fácil esto. Porque la idea acaba de surgir en facebook (cliquee "facebook" si quiere unirse a esta comunidad), pero estamos hablando de una red social que en estos días se vuelve exactamente lo mismo que le gusta hacer al uruguayo: ver pasar gente. Uno, al igual que sentado en la vereda con el mate al lado, se sienta en frente al monitor recorrer y no interactúa demasiado. Permitiendo así, con la otra mano, abanicarnos y refrescarnos un poco. Pero lo que me encuentro haciendo en este momento, escribir para ustedes, no es igual, uno ya no puede abanicarse con la frecuencia que lo venía haciendo. Entonces, tengan en cuenta esto, estoy pasando calor por ustedes, mis queridos lectores.
“Esta casa es fresca en verano y calentita en invierno”, rezaba mi viejo tiempo atrás. Vivir con una persona mayor echó por tierra toda teoría de la conservación de la temperatura. La persona mayor siempre está 20° por encima en verano, y 20° por debajo en invierno. En conclusión, te abren todo y cagate de risa de los que viven en el último piso en un edificio.
Sumémosle a todo esto, que crecí en un hogar predispuesto al máximo ahorro. ¿Qué quiero decir con esto? Que la Cultura Ventilador no camina. Y no me vengan con el aire acondicionado, es pa burgués.
No solo ahorro, el concepto anteriormente vertido (sobre las ventanas y puertas cuando hay sol, ¿ya te olvidaste?) siempre hizo que no lo necesitáramos. No miento, nunca necesitamos ventilador, ni siquiera sabemos dónde está guardado.
Para ustedes que como yo sufren el calor y necesitamos una solución mucho más eficiente que postear en facebook “qué calor que haceeeeeeeeee…”, aquí les dejo una serie de soluciones, simples, y eficientes.
Abanico manual. Dicha fuente de aire consiste en utilizar la propia palma de nuestra mano en forma de abanico. Evidentemente solo sirve si la temperatura no es tan alta. Usted recibirá algo de aire en su rostro, y además una elegante postura. No es recomendable en varones en contextos sociales “de cancha” o similares.
La revista. Bueno, aquí tenemos muchas especificaciones. Si el calor es excesivo, como ahora, usted necesita una revista con muchas páginas. Es importante tener en cuenta el objeto de abanico, como dice un amigo, por el esfuerzo que uno realiza al ejercer la práctica. Si se requiere mucho esfuerzo entonces uno recibirá aire, pero aquello que lo refresca no servirá de nada si el objeto que usted decidió es la guía telefónica de nuestro país. Una revista de cosméticos es muy útil, de hecho es el objeto en cuestión aquí al lado mío. Además de tener el tamaño perfecto la puede destruir a medida que sirve de abanico. Y ese es otro punto, una vez que usted decide utilizar algo como abanico permanente, no podrá seguirlo utilizando para su principal función. Entonces tenga en cuenta usted, no tome objetos importantes, ya sea libros de cabecera o el manojo de fotocopias con el que tiene que estudiar para febrero.
Ofertas de supermercados. No, ayer lo intenté y no camina. Son grandes y lindísimo aire podrían proporcionarnos, pero tienen pocas hojas. La cantidad de hojas es tan fundamental como pegarse un baño de tardecita. Si tiene pocas usted se esforzará al máximo y el esfuerzo será inútil. Además las hojas tan grandes harán que los movimientos sean irregulares y en vez de frescor usted sentirá rabia.
Hablar del calor da más calor. Si usted convive con una persona que no cesa en su deseo de expresarle al resto el calor que siente, váyase ya mismo de ahí. Sentarse a la sombra es poco eficaz en un día como hoy, claro que lo es en los adinerados que están de vacaciones en el este, pero yo estoy tierra adentro sufriendo sofocado. Entonces vuelva, no se vaya y siga mis consejos. En días como hoy da calor hasta ponerse un par de auriculares y escuchar música o radio, entonces para vuestro problema tengo dos consejos: encerrarse en una pieza oscura con parlantes que emitan un sonido tal que no deje escuchar las quejas; o una simpática mordaza en la boca de esa persona al grito de “me estás quitando el aire fresco que respiro, me estás quitando”.
Cuando era chico inventaba soluciones. Por ende, hoy no. Recuerdo los inventos que en la escuela nos incentivaban a crear. No fue mi caso, pero el de mi hermano sí, con un autito de juguete, o algo de juguete, que tenía una pequeña pieza giratoria que funcionaba a pila, se le podía colocar un par de rectángulos de plástico –extraídos de una botella- en forma de “X”, con un agujerito en el medio; para formar un simpático molino en miniatura. Mi idea, y mi cabeza despierta, fue doblar apenas las puntas, con lo que logramos un ventilador en miniatura. El problema es que se trataba de uno solo, que solo podía utilizarse para una persona. No corrió sangre, es cierto, pero engendró polémicas interminables, a tal punto que dicho ventiladorcito se rompiera, se perdiera, o lo que es mucho peor, lo olvidáramos; hasta hoy.
Es monitor de laptop pero no se puede abanicar uno con él. A usted, señor lector, le parecerá que el monitor de una laptop, con ese misterioso movimiento de “abre y cierra”, sirve de abanico. No, queda desmentido eso, lo entendí después de la paliza que me llevé luego de agitar el monitor de un amigo al grito de “hace calor en tu casa, hace calor en tu casa”.
Derroquemos teorías sobre el baño. Por estos días, y siempre en esta época del año, circula la equivocada teoría de bañarse con agua caliente para quitarse el calor. Claro, ahora ustedes están mirándome con soberbia al pensar “no me digas que me va a contradecir”. La teoría circulante se apoya en que uno, al recibir el calor del agua caliente, sentirá sensación de frescor luego de cerrar la ducha. Mentira, el vapor del agua caliente no se va mágicamente, se queda en el baño y después que cerrás la ducha te lo tenés que fumar. Hasta el simple movimiento de colocarse un antisudoral provocará el mismo efecto que correr a la una de la tarde por la rambla.
Espero les haya servido de algo, o por lo menos valoren el esfuerzo de un humilde servidor que mientras escribía me abanicaba. Claro que sí, ¿se pensaron que me iba a abanicar en pequeños intervalos donde me ponía a pensar qué decir? No, tampoco voy a hablar de esclavitud porque el tema está muy sensible en estos días. Bueno, en realidad el tema del racismo es el que está sensible en estos días. Pero bueno, el muchacho que me está abanicando también es negro, no quiero tener problemas con la justicia así que llamémosle “un humilde servidor”, como a él le gusta.
Otra teoría que olvidé desmentir y me la acabo de acordar buscando una imagen en Google para ilustrar la columna. El ventilador de techo: es más inútil que abanicarse con una hoja de papel de calco. No me vengan con que el de su casa es eficaz, a ninguna casa que he ido sentí fresco con un aparato de estos, y en la mía nunca tuve, tengo techo de paja y techos muy altos. Los dejo, encontramos el ventilador de pie y olvidaremos el ahorro energético por un rato.

Sin tema de qué hablar, entonces vamos con muchas cosas por decir


A veces me da por pensar que Inglaterra, con eso de la famosa “crisis europea”, nos está envidiando los momentos de bonanza económica. Gran decisión la de nuestro gobierno en cerrar la ventana, no vaya a ser cosa que haga corriente y se nos caigan hasta los muebles como en el 2002. Aclaro que no soy economista, no precisaba, se nota.
Y el pobre Luisito está de punto, porque seamos sinceros, más uruguayos en Inglaterra no hay. A Poyet no podés tocarlo porque tanto tiempo en suelo inglés debe conocer secretos que no les conviene que sean revelados. Y al Seba Coates como que no le afectaría a nadie, ¿de qué lo pueden denunciar? De parecerse demasiado a los estereotipos ingleses que siempre nos muestra Family Guy, altos, rubios y con la dentadura deforme; serían argumentos poco confiables e inconsistentes.
Arranqué metiéndote un poco de actualidad, como siempre lo hago. Pero la verdad es que hoy me decidí sentarme a escribir lo que se me pase por la cabeza. Ustedes estarán pensando que cuándo no hice eso, o especularán con que todas mis anteriores columnas son plagios. De ninguna manera, no se los voy a permitir.
Esta columna no tiene un tema definido, o sí, y en este segundo caso el tema vendría a ser mi poca inspiración, o mucha, según lo que termine por salir al final del texto, que todavía no conozco.
Esto del fin de año y macacadas tales me hicieron pensar mucho, ya que la música de los vecinos no me permitió dormir por un buen rato, y las maderas de la parrilla de la cama que está encima mío no me resultaban de gran inspiración, cerré los ojos y pensé. Que por qué no salí a embriagarme en el alcohol y los caños de escape pulidos para el deguste de los transeúntes, dirán ustedes; no, mi prometida –lamento decirlo chicas que me admiran, lo sé y también sé que les estoy cortando en este mismo momento todas las ilusiones que se habían creado en sus cabecitas de enamoradas pensando una vida entera conmigo, o por lo menos poseerme por un rato con tal de que les cuente unos chistes- pasó fin de año en otra ciudad, y por lo tanto –ya que soy una persona sin amigos, o con amigos también en otras ciudades- no podía salir a mamarme al grito de “año nuevo, vida nueva y lo que pasó pasó, entre tú-i ió”. Ahora les pregunto una cosa a todas las admiradoras que tenía hasta el anterior mega-enunciado, ¿se pensaron que yo escribo chistes porque estoy soltero? No queridas, si estuviera soltero y despechado escribiría poemas.
Viene lindo esto, sigamos. Bueno, en realidad en el párrafo XL anterior empecé diciendo que esto del comienzo de año me había hecho pensar. Y en realidad no, mientras mucha gente coqueteaba ocultando sus horribles defectos como persona detrás de las luces psicodélicas y sus movimientos encandilantes, un humilde servidor se recostó a leer (lo sé, las volví a enamorar, ustedes mis queridas integrantes del club de fans).
No, no les voy a traer uno de esos textos, eso viene dentro de poco, cuando mi inspiración se tome unas vacaciones (en la playa no, no sean burgueses del doble sentido). Ni tampoco les voy a decir el libro que leía, ni quién lo escribía, no insistan.
De paso les cuento que sigo empecinado en indignarme con las faltas de ortografía del prójimo, es inevitable. Es como ver caer a alguien en la calle y reírse, es como hacer un gol y posteriormente gritarlo (excepto Balotelli, ese muchacho vino sin ese chip), es como servirse un helado y raspar el recipiente hasta que las cavidades de la cuchara sean física y químicamente capaces de recoger algo de ese derretido sambayón que queda.
No se vayan a buscar helado, esperen que ya termino. En fin, no me cambió demasiado el 2012, o sí, detesto cada vez más las profecías mayas (¿Torraca y Vázquez Melo son mayas?). Ahí tienen, punto.

Me imagino que habrá estado así afuera. Si les digo les miento, a las 12 pegué un par de saluditos a los seres queridos allí presentes y seguí comiendo torta de fiambre mientras miraba un video clip con jugadas de Neymar. Luego de un prólogo extensísimo del locutor donde se arrodilló en La Bombonera para pedir disculpas porque no era Messi el homenajeado, en pocas palabras dijo “todos sabemos que el video clip debió ser de Messi, pero el año pasado ya se lo hicimos y como que quedamos muy mamaderas del petiso. Este año decidimos cambiar, y luego de descartar 43 videos de Messi, inclusive tuvimos que desechar uno donde Lio se desvestía para salir a la cancha; no saben, sin desperdicio estaba. Entonces elegimos al negrito este, Ney… Neymar, sí, así le dicen. Bueno, no es Messi pero el botija dicen que la mueve, si te digo te miento porque nunca lo vi jugar. Bueno, es obvio que Messi es el mejor del mundo, lo sabemos todos y no hay discusión, pero bueno, acá va el videíto para el negrito este, ¿brasilero es, no? Brasilero parece que es, me dicen”. Acto seguido: un imperdible video clip de Neymar, y en el momento de la mejor jugada de su vida, donde dejó buscando explicaciones metafísicas a dos defensas argentinos, no tuvimos oportunidad de verla con ninguna repetición, qué raro. 
Yo se la dejo aquí, porque soy bueno (clickeá en "aquí" y vas a ver que entrás al video).