Carta de Juan Ramón a Santa

Querido Santa:
No es que yo me haga el yankee o el europeo, ni nada parecido; pero viste como son acá en Uruguay de tradicionales, yo soy diferente. Acá te ponen el arbolito de Navidad en el frente de la casa, para que todos vean las luces desde afuera; mientras yo te lo pongo en la vereda misma, soy ofensivo, no hay otro DT que proponga los 90 minutos como yo. Bueno me fui de tema.
JR seguramente pensando qué pedirle a Santa
Quería simplemente hacerte un pedido para esta próxima Navidad, visto que hace unos meses ya me adelantaste el regalo más preciado (por si no te acordas, o por si fueron los Reyes; me regalaste lo que más quería cuando dejé el fútbol definitivamente, dirigir a Nacional). Ahora que te planteo esto entro a sospechar, ¿fuiste vos el que me hizo ese regalito? Porque ahora que lo pienso bien pudieron haber sido perfectamente los Reyes, que son 3, claramente están simpatizados con mi forma y mi estilo de vida. No creas que yo solamente pongo 3 puntas en mis equipos; sin ir más lejos cuando nos sentamos en la mesa no me gusta que en la cabecera se siente uno solo, es muy de conservador. Nos sentamos 3, como corresponde.
Bueno Santa, me volví a desviar de tema. Ahora sí mi pedido: no voy a pedirte ganar la Libertadores, es muy grande, eso se lo voy a pedir a los Reyes (que se jodan si fueron ellos los que me hicieron el regalo adelantado, yo no se los pedí). Ahora simplemente voy a pedirte que me traigas algunas incorporaciones. No pido mucho eh; algún botijita nomá, de esos rapiditos, con la cabecita bien en blanco así le reseteamos lo poco que tenga (letras de cumbia y de reggeatón) y le llenamos el disco duro con videos míos, y jugadas. Cuasi robots, por decirlo de alguna manera; pero viste que caminan bastante conmigo. Mirá la cantidad que han pasado por mis manos y cuando salieron de las mismas no saben qué hacer…
Y para terminar, sólo un consejo: che, con esos renos, vi que son 7; sos conservador che, ¿por qué no vas con 3 adelante? Digo, irías más rápido. La otra vez salí afuera a ver los cuetes con mi familia y entre que le reventó un ojo a un vecino y a una vieja que se le quemó la pollera, volví a echarme un meo al baño y los regalos no estaban. Tenés que poner 3 renos adelante, con dos bien abiertos por afuera. Consejo nomá…
Bueno, no te quito mucho más tiempo. Debes estar muy ocupado mostrando videos a los renos y a los enanos pa’ que la cosa camine. Un abrazo grande Santa; y una última cosita, el regalo mío ponelo adelante, no me lo pongas muy atrás contra el arbolito.


Cuando en estas fiestas levantemos una copa, vaso, botella cortada, petaca o tasita de té (seguramente alguien brinda con tasita de té, en este mundo de locos) acordate de Manolo

Entrando ya en el último mes del año (año que se ha pasado volando como el negro Mejía corriendo un bondi) llega la decimotercer entrega, más de una por mes, irregular, con grandes baches temporales de poca inspiración.
Todo conlcuye al fin dijo una vez alguien; por este motivo no pienso terminar aquí, hasta no conseguir publicidad para auspiciar mis notas no voy a detenerme. De esto quisiera vivir.

Cerca de las fiestas, momento nostálgico por excelencia (cómo le gusta al uruguayo la nostalgia) es importante acordarse de aquellas personas que no pasarán un buen 25 o 31 de diciembre.
Desde un primer momento, en el que asumió, era sabido que Manolo no iba a durar demasiado bajo la conducción del penarol. ¿Por qué esto? Porque sí, no es necesario explicar esto a ningún amante del fútbol, y mucho menos a un conocedor del fútbol uruguayo; aquel mismo hincha que sabe que lo están metiendo adentro de un arco cobrando faltitas, aquel que acusa la homosexualidad del línea a través del tejido, aquel que se compra un café y entabla un diálogo con dicho cafetero (eternos trabajadores de nuestro país, eternos en sus rasgos, eternos en sus edades, eternos en su conocimiento; supieron ver campeón del mundo a nuestro paisito, a nuestros clubes grandes. La verdad vo, estos tipos trabajaban vendiendo en la vieja cancha de penarol en Pocitos).
El enorme, imparcial y eterno periodismo de nuestro país (no tan eterno como los vendedores, eso sí) desde este primer momento comenzó a cuestionar a Keosseián. Opinión sostenida en aquel fundamento básico del argumento uruguayo-rioplatense: "no podé".

Aquí es momento de hacer editorial y quebrar una lanza por Manolo. Los grandes hombres que forjaron nuestro país tenían bigote, y no voy a aceptar que se me diga que Manolo está echando al suelo toda esta larga e invaluable tradición. Desde Artigas y su espeso bigote que cubría el labio superior (la única imagen verídica de José Gervasio Artigas [el Jóse para los amigos] era de su vejez; datos biográficos asegurarían que Artigas usaba bigote [declaraciones de Ansima a Las voces del fútbol admitiendo que "el Jóse usa bigotes porque cree que es la única forma de ganar en prestancia, es de hombre. Cuando lo ves tomando mate con ese bigote espeso te mojas encima, en serio: te mojas; porque temblas de miedo y el termo en esta era de la humanidad no es como dentro de 200 años, el tapón no cierra bien", eran los dichos del popular Negro a la entrevista realizada por Julio Ríos, antes de ser rajado de la Sport. Confirmando lo que se presentía ya. Sí, se presentía, alguien de la importancia de Artigas tenía que usar bigotes]) hasta el armenio Yeladián, un apóstol de la camada de DT's de cuadros chicos.
Y ahí está el concepto, Manolo es un claro reivinidicador del bigote como motor de los Grandes Hombres del Uruguay (concepto manejado por Ansina una v ez entrevistado por Da Silveira en Da Silveira con usted). ¿Porqué Manolo un exponente de esta grandeza? Porque tiene las características de estos grandes. Hombre generalmente callado, pausado en su hablar (con la pausa de como si siempre hubiera hecho el ruidito de la última chupada del mate). Porque supo reconocerse a sí mismo como DT de cuadro chico y no durar ni un campeonato en un equipo grande. Porque se van por la puerta de atrás y ni chistan al guarda (José Carlos Domínguez en este caso hace las veces de guarda en penarol, esa cara no visible pero siempre presente para cortarte el boleto de un paquete Casaleño). Porque tuvo que soportar casi todo un campeonato con un arquero con dos resortes en las manos, petiso y con un cayo en el pie derecho (siempre que repone desde el arco termina en un contrario; la IFFHS lo premió como el Arquero más burro con el pie del Siglo). Porque soportó visualmente a un gordo en la mitad de la cancha creyéndose Cristiano Ronaldo pero con un promedio de burradas superior a la media diegojaumense. Porque tuvo que encontrarse con un argentino que se adaptó inmediatamente al medio local, como Solari, quien vivió entre algodones jugando menos partidos que Recoba o que... nadie, nadie se lesiona más que Recoba; un claro síntoma de uruguayismo por parte del Indiesito. Porque tuvo dentro de su plantel un androide colombiano que entreveró sus piernas con el balón más veces aún de las que Sosa despejó bombeado y a la cabeza de un rival. Porque tuvo que soportar visualmente las explosiones en velocidad de Darío Rodríguez por la banda izquierda, haciéndonos recordar los mejores tiempos de nuestro fútbol en donde estaba de moda jugar partidos de despedida para jugadores que apenas ganar un par de torneos cortos. Y finalmente porque tuvo un ejemplo de grandeza, uno de los más grandes de todos los tiempos, más grande aún que el de Felipao Scolari embocándolo a Dragutinovic o Defensor Sporting contratando a Traversa o Fleurquin. Y este gran acto fue colocar a el gran ídolo mirasol en el 11 inicial, luego de que abriera su boca para expresar su clara disconformidad con su planteamiento ante Liverpool, generando la polémica durante semanas en nuestro queridísimo periodismo; más polémico aún que la teñida del pelo de Alejandro Figueredo. Y no solo Manolo demostró su grandeza por esto, sino también  por colocarlo en la cancha a pesar de la clara disminución física en la que vive Pacheco (más allá de la que ya representa su escueto tamaño, tanto de cuerpo como de piernas, éstas últimas aún más reducidas [Pata corta del Siglo nombrado por el IFFHS]). ¿Qué hubiera hecho cualquier otra persona sin bigote de nuestro país? Decirle "Tony, no seas malo. Todo bien con que sos ídolo, con que sos pata corta y tiras centros pasados (gran contradicción), con que vendan banderas con tu nombre (aunque no se venda ninguna, yo en el Estadio nunca vi una de esas), que ni al propio Francescoli en River le hicieron un llavero con su nombre. Pero no estás pa' jugar, dejame que pongo al negrito transgénico". Pero no, Manolo como hombre de bien, como hombre con bigotes lo colocó en la cancha. Y así le fue.
Por eso, todos este fin de año tenemos que recordar a Manolo; a quien no le importó dirigir a penarol en un clásico sino que lejos de esto siguió siendo el mismo hombre de siempre, aquel que dirigía a Bella Vista. Aquel que limó asperezas con el máximo ídolo carbonero (cada día más devaluado, la idolatría empieza a emparentarse con cantidad de años en la permanencia en el club, lejos del concepto bolsilludo, sino Coelho tendría monumento en los Céspedes y una tribuna en el Parque Central). Aquel que porta su bigote como si nada, aquel que es ídolo en Guatemala, Honduras o Costa Rica; y aquel hombre que en cualquier momento vovleremos a ver recorriendo las canchas de nuestro país (Fosa, Palermo, Della Valle, Mendez Piana, Pque. Maracaná, etcétera). Levantemos la copa y digamos "por Manolo, un referente en nuestro país, un demasiado hombre para esta sociedad, un bigote dentro de los lampiños valores culturales de nuestro país".

Manolo advierte al popular "Pato" que tiene amarilla; éste luego de contestarle con un improperio le aclara que jamás fue expulsado por doble amarilla. "Si me echan siempre es por patada de atrás y roja directa".


La verdad

En medio de una discusión mediática sobre el cuadro al que es hincha Tabaré Viudez (luego del 11 de setiembre es la discusión más mediática de los últimos tiempos) un gran trabajo de investigación permitió sacar a luz una verdad que parecía dormida.
Sabido es que Diego Aguirre es el actual DT de Peñarol; firme candidato entre otros nombres como el de Jorge “Polilla” Da Silva. Y más de esos candidatos no se manejaron. Ahora, la pregunta que recorría las calles es ¿y Gregorio?
Por lo menos extraño parece que un ser amado por la hinchada carbonera (amor tal que se le fue demostrado inclusive cuando el DT era otro) no haya sido un candidato para conducir al equipo mirasol.
Luego de un enorme trabajo de producción periodística (yo), se logró recabar una información importantísima y exclusiva, se logró (yo y nada más que yo) acceder a un diálogo telefónico entre Juan Pedro Damiani y Gregorio Pérez. Al leerlo se podrá dar cuenta del momento en que se dio, y de lo que se está hablando.
Escena 1 y única (casa de Gregorio Pérez - casa de Juan Pedro Damiani, de noche)
(Riiiiin riiiin riiiin)
Gregorio: ¿Hola?
Damiani: Sí, ¿Gregorio? Habla Juan Pedro.
Gregorio: Ah, hola Juan Pedro, ¿qué andabas precisando? ya me estaba por acostar, viste que... (puntos suspensivos porque es la típica frase de anciano que nunca concluye, porque directamente le sobraron las últimas palabras, como algún añito de vida)
Damiani: Mirá te llamaba porque justo estaba acá con José Carlos Peñarol, aurinegro de corazón, damos la vida, José Carlos Domínguez, eh perdón. Estábamos charlando acá whisquicito de por medio y nos preguntábamos, en una bien viste, ¿qué mal que juega Peñarol no? "Pah sí, qué mal eh" me decía José Carlos.
Gregorio: Sí, viste cómo es...
Damiani: Claro Gregorio, y uno además piensa, acá whiskicito de por medio, es medio tarde pa' llamarlo a usted Gregorio, pero viste como es, cuando Peñarol juega mal uno como que es una especie de presidente y tiene más o menos que mostrar algo de respeto por el DT y llamarlo por lo menos pa' saber si duerme bien aunque sea...
Gregorio: Quédese tranquilo Juan Pé, estoy durmiendo bien, ¿sólo para eso me llamaba?
Damiani: No, no Gregorio, pensábamos acá con José Carlos si usted nos podía dar una mano en algo...
Gregorio: ¿En?
Daminai: (se escucha voz de José Carlos: "JAJAJA mirá cómo lo cagamo' al viejo JAJAJA mirá Welker mirá") Shhh José Carlos, no escucho a Gregorio. Disculpe Gregorio, se pasó un poco con el whisky José Carlos, ahora mismo se está poniendo la corbata de vincha, viste cómo es... Te decía, estábamos pensando acá con los muchachos qué se le podrá regalar a Fran...
Gregorio: ¿Fran?
Damiani: Francisco.
Gregorio: ¿Qué Francisco? Juan Pedro.
Daminai: ¡Paquito!
Gregorio: ¿Qué Paquito?
Daminai: ¡Paco Casal! ¡Viejo choto! Uy, perdón Gregorio, viste cómo es el whisky...
Gregorio: Ahhhhh, Paco. Y no sé Juan Pedro, ¿qué voy a saber yo de eso?
Damiani: Ta, pero ¿no tendrás algún pesito que nos prestes? Porque acá con los muchachos andamos pelados mal, justo nos gastamos lo que teníamos, que sobró de los sueldos que pagamos, lo gastamo' en unas putas y no nos quedó nada. ¿No tenés algún mango Gregorio?
Gregorio: Pah Juan Pedro, ta difícil, tengo una familia.
Damiani: ahhh dale daleee no seas rataa, dale que vos tenés
José Carlos: Dale viejo choto que vos tenés la tal guita, ¡si nos habrás robado!
Damiani: Disculpá Gregorio, se nos mamó José Carlos.
Gregorio: Todo bien.
Damiani: Bueno disculpá la molestia Gregorio, acá con los muchachos vamos a salir a tomarnos alguna por ahí, capaz que arrancamos pa' Mariachi. Te mando un saludo Gregorio, nos vemos mañana. Ah, antes de despedirme, ¿no conoces algún DT en la vuelta como para recomendar? Porque te iba a decir que te pases mañana por la sede a firmar el despido, viste como es...
(Tu tu tu tu tu tu)

Fin del diálogo entre Damiani y Gregorio, espero hayan disfrutado de esta jugosa conversación, gracias a un gran trabajo de investigación y producción (mía).

Varranca avajo

Científicos canadienses habrían descubierto un nuevo mal entre los jóvenes, se trata de un "ferviente retroceso de unos 10 o 15 añitos", según confesó el científico Henry Pámelachu.
Luego de realizada una investigación radicada en el Río de la Plata se llegó a la conclusión que prueba un claro retroceso a la hora de escribir en los jóvenes entre 12 y 35 años (estos 35 años son tomados solamente para Uruguay, en donde sí se considera joven una persona entre los 28 y 39 años).
Investigación vía facebook, análisis de graffitis (las bananadas que se pintan en la calle, no la bananada de los premios que arrancaron con el rock y quién sabe hasta dónde van a llegar, hay quienes se animan a predecir que próximamente se premiará también a las músicas de teclados de juguete); sirvieron para extraer las conclusiones que a continuación se presentarán.
1- Escriturus de chimpanceses un porotus; clasificación utilizada para describir la escritura del joven promedio en el Río de la Plata. "Los jóvenes hoy en día tienen una forma de escritura muy peculiar, diferente a la de otras épocas, directamente se cagan en la Real Academia Española", era la opinión del científico canadiense, se lo notaba muy familiarizado ya con el español.
2- La era del maricón, digo emoticón; "hoy todo se dice con caritas, con símbolos extraños. Y no solamente queda en la comunicación por messenger; sino estos mismos símbolos se transcriben al facebook y cobran vida propia y sentido propio. Un :) hoy en día es más popular que tomar vino del pico entre la comunidad plancha contemporánea"; nuevamente las palabras del científico canadiense. Quien además se explayó hablando de la comunidad plancha contemporánea, refiriéndose indignado a la inexistencia de las verdaderas comunidades planchas: "antes un plancha no se sacaba fotos mirándose al espejo, para subirla al facebook y etiquetar a sus "amiguitos" de nombres raros, o hermanos de familias del Opus; antes te robaban la cámara, la vendían y se compraban pasta".
3- Fenómeno de retroceso a la etapa escolar donde la lista de clase era para decir "presente" algunos, y un suplicio de por vida para otros; "el que nunca vio que cargaran a un compañerito en clase por el apellido, por más rebuscado que fuera el descanse, no quiere a la madre", afirmaba indignado el científico quien derramó más de una lágrima al recordar cómo se lo gastaba en la escuela, por su apellido. "Penadoy, naciomal, putarol, peterol, naciogay, diluvio, desertor, Vancien (Banfield, sí, creeme que se ha dicho esto), RiBer... y miles de nombres cambiados estúpidamente. Y lo hace gente grande, no te creas que lo hace la guachada. Es la típica reacción del niño de escuela que escucha que el compañerito se apellida Vergara, y no para un segundo de su estadía en clase sin cargarlo"; más declaraciones del científico Pámelachu, que entre lágrimas sigue recordando dolorosas anécdotas de su infancia.
Graffiti encontrado en la ciudad de Montevideo; las infinitas tachadas llamadas "borroneo de gurí chico", y el concepto más complejo utilizado por la juventud, hasta ahí llega el razonamiento promedio: la gallina.


El mencionado científico habría llegado a afirmar que el próximo paso de nuestra sociedad puede llegar a ser simples balbuceos, diálgoos que alcanzarían un máximo de fluidez en un "mamá" o "papá", o algo socialmente mal visto como un "ajó", por lo complejo del concepto expresado.