Volvieron las crónicas de una noche de Copa, y se fueron

Sí, el tema ya pasó. Ahora la gente está con eso del satélite, bien pendiente de que no se les caiga encima, si me preguntan, para mí va caer en la cabeza del línea paraguayo. No es que sea perezoso pero no es un nombre muy marketinero y tengo miedo que enseguida que lean el nombre se me caiga la columna y se vayan todos al facebook de vuelta.
Lo cierto es que Nacional jugaba contra la U de Chile y su gente, ilusionada como niño que espera los Reyes Magos y la noche antes corta el pasto y llena un balde con agua, estaba y había acompañado en gran número. Muchísimo canto y aliento, muchísimas bengalas, mucho humo, papel picado y… ¡serpentinas!
Bueno, sobre el partido nadie dijo nada y no voy a ser el primero, me limitaré a lo básico: Nacional fue un desastre, sus delanteros empujaban y terminaban errando; era esa clase de partidos que hasta te cobran un penal, pero lo terminás errando.
Hasta que llegó el momento clave del partido. No pasaba nada, la U de Chile había comenzado el segundo tiempo dominando las acciones, Nacional ya no sabía cómo controlar y mucho menos cómo darlo vuelta, lo seguro es que el hincha y los propios jugadores todavía soñaban con revertir esa historia, teñir de hazaña la noche, y luego salir a mamarse; pero bueno, se trataba de hinchas, o jugadores, bueno, básicamente son lo mismo.
Los segundos se inmortalizaron y todos creímos ver la realidad en cámara lenta, todavía cierro los ojos e imagino ese momento en HD con slow motion. Fue extraña en realidad la sensación, porque rara vez uno en un estadio siente ese mismo cosquilleo que cuando ve un accidente en la calle y hay heridos. “¡Se tiró! ¡Sacale amarrilla por simular! ¡Dejá de hacer tiempo, línea!”, fueron algunos de los gritos posteriores al hecho consumado. Es que el asistente paraguayo yacía desmayado en el piso, atiné a preguntar instantáneamente “¿no se habrá muerto, no?”, y lo siguiente que recuerdo a ese instante es un golpe en la nuca, como si me hubieran tirado un vaso de whisky.
No será suspendido el Parque Central pero sí le caberá una sanción económica a Nacional y la condición de que el lugar del crimen luzca de esta forma por torneos internacionales.

Hasta que todos presintieron que el partido no iba a terminar, y también que el línea no tenía nada. Ahí comenzaron todo tipo de recordatorios y saludos hacia la familia de los árbitros, pero también hacia el hincha que arrojó el pedazo de satélite, digo, la serpentina.
Luego de esto todo lo sucedido forma parte del Cavaret Nacional, dirigentes a los que solo les hacía falta una gorrita con vicera y un par de piercings, para representar la viva voz de la hinchada. Hasta los propios jugadores, como el Canguro Porta, quien desde el momento en que el línea cayó al piso, corrió hacia el lugar, arrojó hacia el costado la serpentina y le palmeó la espalda al asistente como diciendo “dale dale, levantante que no fue nada”.
Las reacciones de la tribuna quizás eran lo más jugoso que podía haber, algunos que festejaban y seguían alentando, algunos otros los insultaban por comportarse como un barra, otros se reían y metían un chiste como para romper el hielo de los dos baldazos que habían caído en el primer tiempo, y otros los insultaban a éstos por reírse. O también otros celebrando una clase de xenofobia avanzada, grado cinco de la escala burguesa del nazismo recargado, hacia los hinchas de la popular Abdón Porte. No solo generaba odio en los que no pensaban igual que él, sino que en él mismo se gestaba un odio mayor a medida que avanzaba en su argumento. Por la salud de la página y la de nuestros lectores preferimos evitar la reproducción de dicho discurso, en términos científicos el muchacho “taba pasado de rosca”.
En el momento en que salía del Parque me encontré con una ambulancia, cercano a las canchas de tenis, hacía pensar que allí iban a cargar al línea para trasladarlo a alguna mutualista que no estuviera de paro. También me hizo pensar eso los aproximadamente 35 efectivos de la Policía Metropolitana, con escudos y palos; custodiando la salida del paraguayo ante la presencia de unos peligrosísimos 15 hinchas tricolores. Despierto, como algunas veces en mi vida, tomé la cámara de fotos esperando el momento en que saliera el línea, cuando viera un amarillo que me rompiera los ojos iba a apretar el gatillo. Bueno, ni tan amarillo fuerte ni tan foto, rapidísimo fue sacado en silla de ruedas, y un policía que se encontraba en cierta posición extrañamente decidió dar un paso hacia su izquierda, justo y por casualidad hacia donde se dirigía mi toma (ver foto acá abajo).
La fotografía a la que hacía referencia, el policía que está con el escudo claramente distinguible se encontraba, un segundo atrás, un paso hacia su derecha. Por estas casualidades de la vida se interpuso a mi foto que se dirigía al línea que está detrás, apenas se ve pero se ven los brazos del enfermero que toman la silla de ruedas, para dirigirlo hacia la ambulancia; bajo la protección de un arsenal de policías que protegían la vida del asistente paraguayo de las desafiantes miradas de los hinchas tricolores, que miraban con cara de “recién me comí una torta frita, mirá que te emboco el papel en la geta y no contás el cuento”.

Damiani – Gregorio, segunda parte


En otra ocasión les presentamos el diálogo telefónico entre Juan Pedro Damiani y Gregorio Pérez, por el cual despidieron al entrenador carbonero. Ahora les traemos el nuevo diálogo que tuvo como fin el quinto arribo de Gregorio a Peñarol.
Agradecemos a una fuente secreta que nos brindó la conversación mediante el viejo y querido “pinchado” al celular del presidente carbonero. Dicha fuente prefirió mantenerse en el anonimato, así que lo llamaremos E.W.; como nos contó se encuentra investigando a Damiani para saber en qué está el club y no quedar mal parado cada vez que lo entrevista Damián Herrera.
Así que sin más preámbulos les dejamos el nuevo diálogo telefónico entre Damiani y Gregorio:
¡Riiiiiin! ¡Riiiiiiiin! (Machete el viejo, todavía usa teléfono de disco).
Gregorio: Hola, ¿sí?
Damiani: ¡Gregorio! Tanto tiempo mi buen amigo.
Gregorio: ¿Quién habla? ¿El Tony?
Damiani: No no, Gregor. Habla Juan Pé, el presidente de Peñarol.
Gregorio: Juan Pedro, tanto tiempo sin hablar. Me acuerdo que la última vez…
Damiani: Por favor no hablemos del pasado mi querido amigo. Hablemos del presente, ¿en qué andas? ¿Ya cobraste el mes?
Gregorio: ¿Qué mes, Juan Pedro?
Damiani: La jubilación decía.
Gregorio: No no. Todavía estoy para dirigir.
Damiani: Ah bueno, yo pensé que ya… Bueno, ¿en qué andas? ¿Tas como para dirigir a Peñarol?
Gregorio: Y… No sé, me parece que la última vez no terminamos bien.
Damiani: Mirá Gregorio, la verdad es que no me gusta quedarme en el pasado y es mejor saldar todas las deudas de una buena vez.
Gregorio: Bueno, si hablamos de deudas…
Damiani: Mejor hablemos de la propuesta.
Gregorio: Bueno, yo pensé que… (No es que Damiani le corte la conversación, es la típica frase que escuchamos todos aquellos que tuvimos abuelos/as, comienza una discurso que termina con un “que…” y nunca finaliza)
Damiani: Nada de pensar, es hora de mirar hacia adelante. En Peñarol tenemos un proyecto serio, tenemos pensado en breve comenzar las construcciones del estadio; estaría faltando la plata, el terreno, la autorización legal y que se dejen de romper los huevos los vecinos y todo hincha de Nacional que se cruce por el camino.
Gregorio: Contame el proyecto entonces, Juan.
Damiani: Eso, esteeee… Eso que te decía, tamos trabajando muy fuerte en juveniles. Ahora mismo tenemos en práctica el plan “los pasamos en La Curva y los agarramos antes que entren”. Un plan muy sencillo que viene rindiendo, todo juvenil que más o menos ande disgustado con Danubio, vamos nosotros y le ofrecemos contrato.
Gregorio: Ah, mirá…
Damiani: Che, ¿y vos viejo en qué estás? Ciudando los nietos me imagino.
Gregorio: Sí, algo de…
Damiani: (Ahora sí lo corta) Bueno, me alegro mucho. Che Gregorio, ¿no te jode si me llamás vos? Porque me estoy quedando sin saldo, viste cómo es…
Gregorio: Bueno, espéreme Juan Pedro.
Damiani: ¡Cómo no!
Tú tú tú tú tú…
Música: “¡Fuerza! ¡Fuerza Peñarol! Vamo arriba el manya che, carbonero soooy” (la voz del Gaby Cedrés, el Pato Aguilera y múltiples artistas más de la música popular uruguaya).
Damiani: ¿Hola? ¿Quién habla?
Tú tú tú tú tú tú tú…
Hasta aquí el diálogo entre el actual técnico carbonero y su presidente. Ustedes se preguntarán cómo es que entonces Gregorio Pérez asumió como nuevo entrenador del club de sus amores, es simple, media hora después se acercaron al domicilio del técnico aproximadamente 150 hinchas de Peñarol con cantos del tipo: “¡Gregorio, Gregorio, Gregorio!”, o el nuevo hit: “vení vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano de Don Gregorio, todos la vuelta vamos a dar”.
Luego de esto, Gregorio no supo decir que no.


Si usted terminó de leer este artículo, les dejamos el mencionado diálogo entre estos dos personajes, que tuvo como consecuencia la salida de Gregorio Pérez del Club Atlético Peñarol: La verdad

Evidentemente mira la hora. El por qué queda a vuestra interpretación, ¿cuánto durará? ¿Cuánto falta para que termine la práctica y deje de ver a esos 25 burros atrás de la pelota? ¿Cuánto falta para el estadio? ¿Cuánto falta para que echen a Freitas? ¿Cuánto falta para la amarilla a Valdez por pegar de atrás en la mitad de la cancha? ¿Cuántos días faltan para cobrar la pensión a la vejez? 

Esto en mi patria se llama insulto



Durante meses vengo pregonando el buen escribir, y por eso sigan mi ejemplo para no escribir como lo hago. Pero acabamos de rozar lo agresivo. Si bien se trata del nombre de una Avenida, como verán, se trata del prócer de la Patria; y no hablo esta vez de Forlán ni del miembro del “pelado” Cáceres.
Hablo de José Gervasio. Ni Ancina se hubiera atrevido a escribir mal el nombre de su amigo de la vida, de su hermano de batalla, de su compañero del mate de las seis de la tarde, de su compañero de shopping los domingos luego de darle con la unión de los pueblos libres un rato, de su… Bueno, ¿su esclavo? ¡No! Callad esas palabras de mi boca, quitad de mis labios tales pensamientos, sacad de mi lengua estos… Porque tanta cosa en la boca me voy a terminar ahogando con el mate. Ahora sí, callad esos improperios al buen nombre de nuestro gran General (Chávez no).
Y si le entraba a la prima ¿cuál hay? Nuestro prócer actual le entraba a un chango porteño que se prendió de la fama igual que su hermana a otra cosa; pero esta última bien aferrada a lo que quería.
Me jugaría la soberanía de mi cabeza a que más de uno que me está leyendo, no entiende nada, ni de qué hablo. Lo dejo a vuestro buen criterio señores lectores, yo me voy a seguir chamuyando al pueblo con esto de las asambleas constituyentes, y por las dudas me voy vichando en el Google a cuánto anda el alquiler en Asunción.

K.O. a su carrera (bueno, igual ya se veía venir que iba a perder por puntos esa carrera)


Hoy escribimos con profundo dolor por la noticia que conmovió a todo el país: Chris Namús abandonará la práctica del boxeo. Algunos se preguntarán cuándo la empezó y otros dirán que fue lo mejor que le podría haber pasado a este deporte después de ver a Tyson bailando con Tinelli.
Se trataba de una botija con futuro, de una pugilista con clase, de una cara bonita con suerte (y claro que tiene suerte, no es fea la Christian, pero con la de agujeros que tiene esa cara, ha tenido suerte de mantenerla).
Atrás quedaron los tiempos en que Loli Muñoz se enfrentaba con nuestra gran promesa. Atrás quedó el trabajo de varios honorables jurados de nuestro boxeo. Atrás quedaron los machucones al “deporte más hermoso del mundo” (supongo que la gente a la que le gusta el boxeo dirá eso). Atrás quedó el “Knockout a las drogas” después de que no caminara más eso de apoyar tanto a una boxeadora uruguaya, llegando al punto del “como sea”.
Porque está bien que se le enseñe a la gurisada que no está bien eso de endrogarse, de robarle a la abuela la pierna ortopédica para venderla y poder encajarse con La Gotita. Pero tampoco es la idea llegar hasta las últimas consecuencias, no te digo que no se los ayude a los pibes que arrancan a boxear: digo, le pedís a Bentancur que te traiga un par de hondureñas así las surtís un rato y te crees esa historia de Rocky por un rato. Total a las hondureñas después las enviás a casas de masajes y nadie se da cuenta, tu boxeadora promesa se luce, tirás un par de cuetes al aire y dos o tres notas en Punto Penal.
Por su parte, la rival de todas las horas de Namús, Loli Muñoz se comunicó con nosotros y expresó su  tristeza por la reciente noticia que por medio nuestro se estaba enterando. "La verdad siento una profunda tristeza en este momento, si efectivamente se confirmara esta decisión, también tendré que dejar el boxeo. Y no me apresuro a decirlo, es que ya no tengo rival, una vez que le gané a alguien y ni siquiera me reconocen la pelea... como que esto del boxeo no era para mí, digo ¿no?”, confesó la boxeadora española mientras revisaba el motor de un auto en su taller.
“De corazón le deseo lo mejor en esto… Supongo que será lo que mejor sabe hacer. Digo… Bueno, la verdad no sé para qué es buena, para el circo supongo”, comentó Loli después que le leyéramos la noticia, en especial el segmento en donde Namús confiesa que “hay propuestas de hacer televisión, pero eso lo está manejando Sebastián (su representante, o ex representante, porque en realidad el que dejó primero el boxeo fue él y ella después; un poco raro esto, representantes sobran m’hija, y vos te quedás sin el tuyo y ya colgás los guantes, un poco raro, a Bentancur seguramente le hubiera interesado)".
Hay históricos del boxeo que hoy agradecen y casi-aplauden su retiro.  

El mundo del boxeo hoy se conmueve por la noticia y varios personajes de este ámbito han twitteado expresando sus opiniones, su dolor o su alegría:
Hugo de León: quiero aclarar que no tengo nada que ver con el jurado corrupto que le dio ganadas las peleas a Namús. Igual ta buena la botija.
Alejandro Balbi: lo que más voy a lamentar son las entrevistas antes de cada pelea, me hacía sentir un actor de hoolywood entrando a los Oscar.
Juan Pedro Damiani: el estadio de Peñarol es una realidad, lástima que sin equipo de básquetbol ni Namús peleando lo tengamos al pedo. Bueno, ya tenemos el proyecto para el de fútbol, faltan detalles.
Sergio Gorzy: ¡Uruguay nomá! ¡Uruguay nomá! ¡Uruguay nomá! ¡Uruguay nomá!
Mike Tyson: mi profundo dolor por la pérdida de una gran promesa. Hoy le arrancaron una oreja al boxeo y la pérdida es irreparable. Suerte Chris y nos vemos en el bailando!
Tyson Núñez: nunca tuve nada que ver con Mike Tyson, a lo sumo me boxié con algún flaco a la salida de Mariachi.
No hay dudas que el boxeo se conmovió y que se sacudió el ambiente con la noticia. Por nuestra parte también sentimos una pérdida irreparable. Acabamos de perder una fuente de inspiración que a lo largo de esta página significó una motivación especial para escribir. No hay dudas que ‘Fijate si puso la puerca’ hoy siente que perdió una hermana, una amiga. Quedate tranquila Chris, que nos cayó la ficha y los que hoy lloramos somos nosotros.

Nostalgia obliga les dejamos las dos anteriores columnas sobre Chris Namús, luego de las dos polémicas peleas con Loli Muñoz. Piñas no se merecen, se hacen, y Me taparon la boca. Digo, le taparon la boca, el ojo, la nariz

Para cerrar, una postal de nuestra boxeadora, indudable e innato el talento. No hay quien no tiemble ante esta postura agresiva de nuestro ex “bombón asesino”.