Tomé decisiones


Escribo mientras me musicaliza el rap de Gol Tv donde unos malabaristas de la pelota hacen jueguitos, y acá en mi entorno todos dudan de que no haya detrás un piolín que sostenga la pelota. No sé, lo cierto es que esta música me hace dar ganas de agarrar las cadenas, los collares con símbolos de dólares, y los anillos dorados; todos de feria claro.
Y hablando de feria… Se viene San Cono. Yo, Chanchito (aclaro, porque el otro gil no deja de tener la mayoría de las columnas escritas en esta página; no por mucho tiempo claro), he tomado la decisión de no concurrir a la fiesta del Santo.
Las razones son simples, ahora soy famoso y la prensa me acosaría. Sí, esa misma prensa que desafortunadamente tuvo la tarea encomendada de viajar 100 km para ver feriantes, gente, feriantes, y gente; todos en una calle angosta. Encontrarme allí sería darles una entrevista diferente entre tantos “¿a cuánto la torta frita, doña?”.
Jamás le pedí nada a San Cono, y este tampoco tuvo la delicadeza de acercarme un Mercedes, ni siquiera una Chumbo (problemas [personales] con marcas uruguayas me hacen evitar nombrarlas, que lo haga el otro gil es cosa de él). Así que seguiré en mi postura, y esta vez ni siquiera voy a ir por lo que ya les dije, no me hagan repetirlo.
Hay mucha gente que debería pedirle cosas al Santo. De primera mano les traigo pedidos que gente famosa ha hecho, y las promesas que realizarán:
-Gorzy habría pedido cordura, y prometió comprarse una cámara nueva.
-El Cacique Medina pidió paz para el mundo y prometió no regalar su vida después de doce o trece choques de cabeza más.
-Darío Rodríguez prometió que si le dan cinco o seis añitos más de carrera, va a retirarse sin que nadie se lo pida.
-Sergio Gorzy prometió no meterse más al vestuario de la Selección uruguaya en partidos amistosos en el interior del país contra países que hayan tenido postura neutral durante la Guerra Fría; si logra dejar de comunicarse mediante “¡Uruguay nomá!”.
-El Chino Recoba prometió dejar de tirar centros cerrados el día que emboque un gol olímpico.
-Placente prometió dejar de tirarse al suelo a barrer como vieja que se le cayó la lata debajo de la góndola en el supermercado, si logra pasar la mitad de la cancha.
-Sergio Gorzy prometió dejar de gritar si Uruguay sale campeón del Mundo en Maracaná ganándole la final a Brasil, de atrás y con gol de… Todos menos Muslera, porque no es uruguayo.
-Juan Carlos Scelza prometió sacarse la papa de la boca si alguien le alcanza el cargador para cargar la batería que perdió hace diez años.
-Sergio Gorzy prometió volver caminando desde Brasil hasta San Cono si Uruguay es campeón del Mundo gracias a él, mientras realiza Cámara Celeste detrás del arco con el Pato Aguilera, y le gritan “puto” al arquero de Brasil en el momento que Suárez patea al primer palo luego de gambetearse a toda la defensa brasileña dos veces.
Bueno, antes de irme les dejo un dato, parece que el FIFA 2013 va tener la Segunda mexicana. Digo, para los amantes de Sebastián Maz, que deben de haber muchos, porque sino no entiendo la razón de que nos acalambren la vista todos los fines de semana con sus goles en la prestigiosísima categoría de ascenso mexicana, que nadie televisa.
Hasta acá lo mío. Espero que les haya gustado, y si no les gustó vuelvan por más, después de la décima u onceava lectura probablemente les permito que dejen de leerme.
La responsabilidad de todos los conceptos vertidos es de Chanchito. “Fijate si puso la puerca” se deslinda absolutamente de toda demanda que pueda realizarse. 
Además tomé otra decisión, mostrar mi rostro. Bueno, creo que era el momento, la gente lo pide, la gente quiere saber quién soy, porque bueno, la gente me idolatra y me ama; ¡hasta piensan que soy sexy! Pronto vendrán las estampillas con mi nombre, procesiones, ferias y todo eso. Cosas que obviamente me merezco.

Es tan linda la gente



Qué precioso ver en esta sociedad, hoy, gente que se quiere. Gente que se mira a los ojos a través de una cámara web y se dice “te amo”. Es hermoso ver que todavía hay valores que persisten en nuestra sociedad, y no hablo de cosas de antaño como Uruguay afuera de los Mundiales, hablo de cosas que vienen del corazón.
Las demostraciones de afecto no abundan, hoy reina el descontrol, el mirar de pesado, y jamás un “te quiero” une al guarda de un ómnibus con el que no tiene cambio.
Qué lindo es ver a la familia reunida… Cada domingo de año bisiesto… En años de Copa América… Que se juega al norte del Ecuador… Y que tiene a Uruguay llegando con tiempo de preparación. Pero qué linda es esa familia, cómo se quiere y se manda mensajes en cada cumpleaños… Por Facebook.
Caminar por la calle y encontrar una de esas demostraciones de afecto te llenan el corazón. Es inevitable dejar caer una lágrima, secárselas con un pañuelo de tela (los pañuelos descartables son el anuncio del mismísimo Satanás) y gritar "pucha que vale la pena comprar dólares. ¿Eh? ¿Qué dije? Menos mal que nadie me escuchó. Ups, me parece que en esa peluquería me escucharon. A rajar se ha dicho... ¿Por qué hablo en voz alta?".
Qué linda es la gente, qué solidaria es en cada Teletón, qué afectuosa es con sus pares, qué demostrativa es cuando el resto de la sociedad se está pudriendo en un taper de ravioles vencidos. Y qué burra que es la gente.

(Lo borrado era el nombre del receptor de la pancarta, o probablemente el apodo con el que se autodenomina en Facebook)

Chanchito no te censura


Hola, ya saben que mi nombre es Chanchito y vengo a hablar de lo que la gente pide. En realidad no sé si a la gente le importa pero yo voy a hablar de lo que tenga ganas, por algo esto es un blog libre y gratuito, porque el gil que escribe no tiene huevos para hacer una página web en serio y por guita. Además, tengo miedo que si la gente pide tema, termine hablando de Cantando por un sueño y el “bajón” que significa para Tv Show que no hayan uruguayos; o simplemente los insulte por un pedido tan estúpido.
Justo, de eso mismo que querías voy a hablar, mirá qué casualidad. No, no voy a hablar del “me gusta” o de los giles que compartían fotos o “asistían” a eventos con tal de que les aparezca un botón de “no me gusta”; hagan mea culpa muchachos y dense cuenta de lo pichones que fueron. Quiero hablar de eso que te pasa a vos cuando querés ver un video y te dicen que no está permitido para tu región.
Quiero creer que todos pasamos, al menos una vez, por la situación de intentar ver un video en alguna página de noticias (generalmente banales y cholulas) y encontrarse con un cartel de aviso con un mensaje más o menos así: “Este video está prohibido para la región donde te encuentras”. Muy común en las noticias de Yahoo (sí, voy a quemar una página).
¿Qué significa esto? No lo sé, sí sé que algo nos están escondiendo. Uno llega a leer la noticia y con toda la ilusión del mundo clickea para poder ver el video del que se habla, y… Un cartel de “no pasar” bien grande y desilusionante.
No vengo a hablar de censura, quiero hablar de las cosas que el Primer Mundo nos esconde. Decime que soy un conspirativo bárbaro, sí, lo acepto, pero no es para menos. Presiento que se trata de algo importante que nosotros, los tercermundistas, no podemos saber (si seremos “tercermundistas” que el propio Word no me subrayó en rojo la palabra).
¿El secreto de la riqueza global? ¿Verdades sobre el “oro negro”? ¿La verdad sobre la inmortalidad de Mirtha Legrand? ¿El misterio del fútbol del Barcelona? ¿El paradero de Osama Bin Laden? ¿El lugar donde se filmó la llegada a la Luna?
No sé, se me ocurren más preguntas pero no sabría responder ninguna, todavía sueño con viajar a un país de estos para poder ver de qué se tratan estos videos prohibidos.
Ojo, también se me ocurre algo: ¿y si nosotros hacemos lo mismo con el resto del mundo? Te la dejo picando che, no estaría mal censurar nuestro “show de goles de la fecha” para evitar que el mundo del slow motion se agarre un ataque cerebral con la ansiosa velocidad en la edición de Tenfield.
También se me ocurre que podríamos esconderle al mundo la existencia de Verano Perfecto (en pleno otoño, el otoño más frío de la historia de la humanidad), Día Perfecto, la publicidad de tinta para el pelo de Alejandro Figueredo, Orlando Petinatti y el horrible parecido entre Claudia Fernández y el Pato Sosa.
En realidad todos los programas de la mañana perfectamente podríamos ir censurando, y hasta para nosotros mismos. Digo, promulguemos la libertad y si quieren hacer el programa que lo hagan, pero por favor que no se emita más ni para este país. O implementar un “pay per view”, pero en lugar del cliente, que el que pague para que lo vean sea la propia dirección del programa mañanero.
Los voy dejando por acá, no me agradezcan, lo mío es un servicio a la comunidad que poco a poco me tendrán que ir retribuyendo… Con dinero.
La responsabilidad de todos los conceptos vertidos es de Chanchito. “Fijate si puso la puerca” se deslinda absolutamente de toda demanda que pueda realizarse. 

Las imágenes son meramente recreativas. Chanchito jamás miraría un video de Arjona, ni iría a su recital pagando la entrada más cara al lado de las viejas más pitucas.


No soy Riquelme


No estamos peleados. Con esa aclaración quería empezar, y me refiero al señor Chanchito, el columnista nuevo, el columnista que ahora todos ustedes admiran, aman y aclaman. Claro, se olvidan de mí. Miren que más de un año me pasé escribiendo para ustedes, me entregué por completo para mi público. Bueno, por completo no, pero me entregué muchas veces cuando veía que nadie leía.
Ahora el Facebook es un éxito, ¿casualidad? Chanchito dice que es gracias a él y nada más. Su carrera al estrellato es mucho más corta que la de cualquier botija de las inferiores en nuestro país y, según fuentes cercanas, estaría pensando en comprarse el auto. A pesar que admira al Toto Da Silveira (sí, Chanchito, vos no querías confesarlo pero yo ahora vengo acá y te escracho), quien siempre pregona por la casa antes que el auto.
En realidad hoy vine sin tema para escribir. ¿Alguna vez vine con tema para escribir? Sí, a veces sí, cómo no, revisá dale. Bueno, no fue Chanchito quien preguntó, fui yo, como siempre. Es cierto que la mayoría de las veces traje algún tema bien agarrado de los pelos, como botija de liceo que el novio le puso “me gusta” a la foto de perfil de la amiga.
Hoy estoy feliz. No soy Riquelme, no tengo los músculos de papel (bueno, capaz que un poco sí), ni me caigo al piso apenas me sople una brisa de esas que revolotean panaderos. ¿Conseguí trabajo? Tampoco, estaría preparándome para mi primer día, durmiendo. ¿Por qué estás feliz, entonces? (Cada vez me hago preguntas más raras, estoy haciendo méritos para ser el mejor autopreguntador de la historia) Porque terminé algo que tenía que hacer, algo que por más de dos semanas tenía que haber hecho pero como buen uruguayo, lo hice en los últimos tres días. Creo que me merezco escuchar un poco el himno ahora. Aguarden.
Pasaron 54 minutos…
No, no merecía eso. Pero bueno, como siempre les digo, si hago humor es porque soy una persona medianamente feliz, sino ya saben, escribiría poesía como tantos de esos fracasados en el amor y en la vida; o mentirosos, no sé.
¿De qué les quería hablar? No sé, pero a mi campaña de un Palito Pereira en mi mesa de luz (cada vez más posible, el entrenador lo está borrando del mapa últimamente), quiero sumar mi segunda campaña: quiero un Tola Antúnez para que me traiga el desayuno a la cama.
No, no siento deseo sexual por el Tola, ni mucho menos. Pero considero que levantarse temprano (cuando trabaje, ahora minga) con un desayuno y unos chistes o anécdotas de vida del Tola, me harán levantarme como nuevo.
También es cierto que muchos de ustedes están podridos de este personaje. Ah, yo no me canso, quiero más. Sí, mal pensados, sigan pensando groserías de mi persona y acúsenme de homosexual y esas cosas, que en realidad es para lo que les da el cerebro podrido por comerciales de Vesubio.
Tá, por ahí la voy dejando. Pensé en comentar un poco la publicidad de la que hablaba pero me perdí en esos ojos celestes de ese rubio inexpresivo.

Come on and dance with Vesubio. Vesubio, Vesubio…