Columna clásica

Creo que estamos todos de acuerdo si digo que la pelota del fútbol uruguayo compite  por el premio que todos los fines de año otorga el IFFHS a la “Peorcita pelota del mundo”, en un ranking siempre polémico, con un criterio que solo lo entienden los que lo inventan y si se lo preguntas dos veces titubean, y luego les estalla el cerebro. Pero este balón, particularmente, es muy feo. Seguramente Bauzá siguió consejos de su mujer para el diseño de la misma; porque no hace falta decir que tiene un diseño que hasta las máximas industrias de la moda lo califican como “bien de mina”. Quizás Bauzá decidió darle para adelante a esta atigrada idea de su mujer, ya que esta misma también fue quien lo aconsejó de mantener el “proyecto Tabárez”, ya que la prima de una amiga –quien fue alumna del Maestro- le dijo que era muy buen docente.
Digamos la verdad, sincerémonos como nación: intentamos jugar como los brasileros y empezamos por la pelota; imitando los diseños más gronchos del mundo en cuanto a balones. A veces parecen pelotas de playa, esas que cuando niño uno se sentía afortunado de patear pero nunca faltaba aquel que nos hacía caer en la realidad por primera vez: aquel que nos invitaba a jugar, pero con una pelota n° 5, de cuero, preciosa; pero que le pegábamos y nos dolía el pie. Sí, ese es uno de los primeros momentos para todo baroncito en donde la realidad nos hace doler.
Y no es nada en contra de la marca que viste los balones del fútbol uruguayo, nada más alejado de la realidad. Simplemente estamos diciendo que están experimentando nuevos diseños con nosotros, o todo lo contrario, ¿qué quiero decir? Que modelos ya experimentados en el mundo están llegando tarde a nuestro país; y precisamente este balón es una Fevernova después de una ducha en el Parque Maracaná. Y si seguimos esta teoría, dentro de 15 años tendremos nuestra Jabulani.
No solo las mascotas pasaron al olvido. Solo aquellos coleccionistas de la memoria recuerdan al nombre de los balones en los Mundiales. Ésta, no solo significaba un cambio para los diseños normales de los balones (con pentágonos y hexágonos negros, ¿cuándo volverán? No sé, yo tiro la idea, ya que está de moda todo lo retro), sino que representó el enchastre que los asiáticos pueden llegar a hacerle al deporte más hermoso, si se apoderaran de él.
La idea de esta columna era hablar del clásico que ayer se desarrolló en nuestro país. Pero como no pasó nada nuevo; pocos goles, pocos pases de un jugador a uno de su propio equipo, 15 faltas cada 10 minutos, gol del Morro García, Aguirre más “fiera” que nunca, arbitrajes polémicos, la hinchada de Peñarol celebrando sus asesinatos y advirtiendo de futuros crímenes, Carrasco y sus sonrisas, escaramuzas con algún golpe de por medio, el insulto “gallina” escuchado más de 900 mil veces en media hora, y el interminable, infinito e inoxidable aviso de chorizos extra Cattiveli. ¿Por qué se me dio por hablar de la pelota nuestra de cada día? No, Darío Rodríguez no me reventó una en la frente y por eso la vi de cerquita; lisa y llanamente porque también merece un homenaje, si vamos al caso, es la víctima de todo este entramado mafioso, bizarro y folklórico, llamado fútbol uruguayo.
Ese mismo entramado que la destrata, que la ultraja como pelota, que le falta el respeto como ciudadana y que… Si le sumamos el mal estado de la cancha donde se juega el 90 % de los partidos, podríamos estar hablando de que nuestro país está intentando terminar con el uso del balón en el fútbol, para implementar algo más nuestro. Algo que nos identifique por nuestra cultura, algo que devenga de las raíces mismas de nuestro país y nuestras costumbres: la bolsa de basura, y de paso matamos dos pájaros de un tiro.

Por un lado la Teamgeist, pelota utilizada en el Mundial de Alemania en el año 2006. Mostrándose claramente como un país alejado de la discriminación, en su seleccionado te metía cuanto negro nacionalizado encontrar, y claramente esta pelota homenajeaba a las mujeres y sus fieles amigas: las toallas íntimas. Y por otro la atigrada pelota del fútbol uruguayo. Como ciudadano, sigo esperando justicia, espero que se encuentre el responsable de este crimen.

3 comentarios:

  1. Intenté darle un "me gusta", pero la muy puta máquina se hace la boluda y hace como que no cliquié nada. En fin, "me gusta", aunque entré pensando leer del clásico.

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  2. ablas estupideces en verdad

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