Nos separa muy poco tiempo para el comienzo del campeonato uruguayo, del campeonato local del campeón de América, ni más ni menos.
Como las columnas trascienden fronteras nos debemos al público y entonces debemos explicar algunas cosas sobre nuestro fútbol. Cualquiera diría que se trata de un fútbol exquisito, cargado de buen fútbol, o lisa y llanamente que todos los cuadros meten, los jugadores muerden hasta hacerse echar, y de vez en cuando encuentran algún gol de pedo. No tan así, tenemos de todo, pero lo seguro es que no tenemos otro Luis Suárez.
Los equipos se van preparando para el comienzo de la temporada (sí, acá jugamos a la europea porque quisimos evitar que nuestros jugadores se vayan y entonces así adaptar los calendarios; no logramos ni una cosa ni otra, todavía no le encontramos la vuelta a esto de ajustar las fechas de los cierres en los períodos de pases).
El campeón, Nacional, prepara su nuevo equipo –el Nacional del Muñeco- con amistosos varios; yendo de aquí para allá. Algunos dirán que tanto viaje está pensado para después ponerlo sobre la mesa como excusa, en el caso de que las cosas no salgan. Y otros aseguran que Gallardo tiene un serio problema: no sabe decir que no. No parece descabellado; su intención era descansar seis meses junto a su familia, pero sin pensarlo demasiado Nacional le ofreció agarrar de dt y no supo decir que no. Le ofrecen a cualquier argentino y como el Muñe es tan bueno, tan noble con sus compatriotas, incluso si le ofrecen un argentino que lo único que hace es provocar faltas; no puede decirles que no. Lo invitan a jugar un amistoso en Colonia y no sabe decir que no. Lo invitan a Rosario y allá van. Lo invitan a jugar contra el descendido River y tampoco sabe decir que no; ni si quiera puede decirles “¿no podría ser una semana antes? Digo, así no tenemos que andar a lo loco yendo, y viniendo”.
Y así se apronta el tricolor, haciendo un tour por ciudades de nuestro país y de la vecina orilla, encontrando el funcionamiento, y algún gol. Y goles faltan, y rumores sobran. A esta altura ya se rumorearon todos los centrodelanteros que alguna vez fueron goleadores del campeonato argentino, en la década de los 90’. Pero claro, estamos en el país campeón de América, en un club donde nunca falta el orgullo de haber preparado para vestir la gloriosa Celeste a infinita cantidad de jugadores; además de prepararlos para los clubes más importantes del segundo orden europeo, alcanzándoselos al precio de un volante mixto brasilero o argentino, de 27 años.
En la vereda de enfrente (no literalmente, de chico siempre pensé que donde entrenaban, la sedes, o sus estadios, se separaban por una calle; pero no, solo se trataba de una mentira más del periodismo, o en realidad de otra frase repetida de un periodismo incansable de metáforas, no nuevas, las mismas) ocurre algo similar pero en otra parte (lo confieso, me perdí y no sabía para adónde agarrar después del paréntesis; no sabía ni qué decir pero si borraba tenía que borrar el paréntesis, y en mis mandamientos de vida está segundo “nunca borrar un paréntesis”, después de “autoanalizar lo que digo, adentro de lo que digo”; ta, metele un punto viejo).
En fin, hablaba de Peñarol, el subcampeón de América, el sub campeón del continente Celeste (una contradicción del razonamiento gorzyniano) prepara su temporada realizando una gira por Europa, jugando contra equipos que pelean el descenso en sus países, pero para no sentirse menos alguna vez en su vida juegan contra el Campeón del Universo. Déjenos descreer. Hay algo raro en esta gira casi secreta de Peñarol, se dice que jugaron contra el Porto (el campeón de la Europa League, sí, ése mismo) el mismo día en que la Selección uruguaya jugaba la final de la Copa América; el hincha de Peñarol no se enteró, lo vino a saber luego de que Ovación titulara “Peñarol empezó el año con goleada”. Detengámonos un segundo en esta situación: hincha de Peñarol, pero además uruguayo, recientemente campeón de América con una felicidad inmensa; decide ingresar a la web y ver fotos y todo tipo de cholulada que le toquetee aún más su ego. Encuentra entonces dicho título y le trae instantáneamente dos pensamientos a la cabeza: primero; “ah, cierto que jugábamos con Porto hoy” (en el mejor de los casos), y segundo; “¡le ganamo al porto nomá! ¡Peñarol Peñarol! ¡Gallina te querés matar!” etcétera, etcétera. Una felicidad inmensa, un momento increíble para el hincha carbonero que está a punto de ponerse su camiseta nuevita, comprada este año, para salir a la calle a festejar por duplicado. Se dice que más de un hincha de Peñarol se vio por las calles al grito de “¡Peñarol pa’ todo el mundo! ¡Lo goleamo al Porto, al Porto!”, pero no tenemos la confirmación, solo fue un rumor más de Ovación. Usted lector desprevenido estará pensando “¿el uruguayo se alegra tanto por ganar un amistoso?”, no se equivoca. Siguiente paso: el hincha ingresa a la noticia, y se encuentra con que su equipo fue goleado por el Porto, “¡hijos de puta!”. Y último paso: hincha carbonero con furia copando las calles, desmanes en 18, desmanes en el propio Estadio Centenario, destrozos. No exageramos, Ovación fue el culpable de lo que hoy es un Estadio Centenario destrozado.
Estábamos hablando de la preparación secreta de Peñarol, antes de desarrollar mi septuagésima octava teoría conspirativa. Nadie sabe si la gira es cierta o se encuentran bajo tierra realizando trabajos de concentración, rejuvenecimiento de un año más a Darío Rodríguez, en base a un tratamiento con aloe, soja y arándanos. O probablemente se muevan por un alcantarillado secreto (del estilo tortugas ninjas) que nadie sabe si existe pero dos por tres vemos las cloacas y a nadie se le ocurrió entrar para saber qué hay, así que probablemente exista dicho alcantarillado. Y en estos momentos Aguirre, su culo, Osvaldo Giménez y Welker, se encuentran raptando juveniles de otros equipos. He aquí la razón de que Púa esté al borde de ser cesado, fuentes cercanas a Aguirre asegurarían que Púa no está físicamente en condiciones de correr por el alcantarillado luego de raptar un juvenil. “Varias veces se nos quedó el gordo, tuvimos que parar y darle con el tanque de oxígeno porque se nos iba. Gracias a él perdimos a más de un botija, lo tuvimos al Coates este ¿me podrás creer? Pero justo al gordo se le dio por parar para pedir una pizza, y nos descubrieron”, aseguró una fuente secreta.
Seamos justos, tampoco vamos a decir que el partido contra Aris Salónica fue simulado en los Aromos, con la gente de Peñarol de fondo (era igualita la hinchada ¿vieron? No hablo solo de los colores, gil), con las banderas de la gente de Peñarol; tampoco somos tan conspirativos.
Y así marcha la preparación de los grandes, a la par de un país que se siente campeón de América y se lo hace saber al Mundo, en el que somos cuartos; pero de esto el Mundo seguramente ya se olvidó. Claro que también existen equipos chicos (por favor no más a la denominación “equipos en desarrollo”, es más insultante). Bella Vista es uno, se apronta para su debut copero y con su carrera meteórica seguramente podemos decir que es el nuevo campeón de la Sudamericana (ganó la B, ascendió, clasificó a la Copa). Claro que todavía está por saber en dónde juega su primer partido de Copa contra su correligionario (Bella Vista –el cuadro del Papa, los papales- contra la U. Católica), no hay apuro muchachos, el partido es mañana; que Dios los Bendiga.
![]() |
Por las dudas que existan desprevenidos que no conozcan nada del fútbol uruguayo más allá de los ojos inyectados en sangre de Lugano. Un saludo al Guille. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario