“Al fin vacaciones de julio” dijo un día Cacho de la Cruz. “Qué lindo es dormir hasta tarde” dijo otro día Susana Giménez, y de pasada “no dejen de soñar”, dijo Rosario Castillo.
En fin, llegaron las vacaciones de julio. Usted me dirá que ya hace más de una semana que comenzaron, yo le diré que en mis estudios acabo de empezarlas.
Sentarse a mirar televisión parecería una obligación. Con suerte ligamos alguna goleada (uno a cero) de la Copa América, o embocamos UN saque de meta en el Mundial sub 17 en donde el público mexicano se distraiga y se olvide de gritarle “¡burroooo!” al arquero de turno. Seguramente es el entretenimiento mexicano más grande, según historiadores es una costumbre que viene desde los pueblos aztecas, donde los aztecas escépticos gritaban “¡burrooooos!” a los aztecas gorzynianos, cada vez que estos alababan a Hernán Cortés, como la reaparición de su Dios Quetzalcóal, quien les prometió volver en cinco porque se iba a comprar puchos (léase que leí historia azteca).
Para algunos es un entretenimiento prender la tele a la hora del informativo y saber cuánta gente pasó por Tres Cruces porque se va de vacaciones. Alguna vez un tío mío decía que le daban ganas de salir a matar esos informativistas que te refregaban por la cara la gente que podía irse de vacaciones, cuando uno tenía que quedarse laburando al frío. Otro tío mío también decía que “la televisión no es la que engendra violencia”.
También las vacaciones de julio son un lindo momento para ir a la rambla montevideana para poder tomar impulso y salir volando, y así recorrer la ciudad de Montevideo sin tener que pagar el boleto de ómnibus más caro del mundo.
En el interior, y donde hay cine, también es momento de aprovechar esos bonos para estudiantes donde te hacen descuento en la entrada. Aunque la diversión termine siendo el hacerse pasar por liceal, ya que hace un par de años que el cine mundial no encaja una película como la gente. ¿Es mi sensación o últimamente no se estrenan esos “grandes filmes” con producción multimillonaria, tecnología avanzada, efectos especiales intergalácticos y sonorización de la puta madre? Digo, hace dos o tres años a cada rato tenías el estreno de una película que hacía que masivamente la gente la fuera a ver, cito al “Señor de los Anillos” y sus 27 partes, “Harry Potter” y sus 48 versiones; todas películas que nunca vi pero me di cuenta que la gente se desesperaba por ver. Gente que se desesperaba por comprar sus libros, por sacar una entrada. La reventa de entradas para “Harry Potter y la concha de su hermana” provocó graves incidentes en Turkmenistán, donde largas colas en el Abitab turkmenistaní provocaron que la gente se quedara sin entradas inmediatamente, llevándolos a buscarlas directamente en el cine, donde también se encontraron que no había y terminaron incendiando la boletería.
Para cerrar, me calenté. Sí, con vos Corrector Ortográfico del Office. Sos flor de gil, me subrayas con rojo todo lo que se te antoja a cada rato (nota: me acaba de subrayar “Sos”). Me metés mayúsculas en palabras cuando se te antoja, me cambias las palabras sin pedirme permiso, ¿¡y qué sabes si yo la quería cambiar o la quise poner así!? Así no viejo, ya nos estamos llevando mal. Con esa cara soberbia que me miras cuando me pone subrayas “turkmenistaní”, ¿acaso sos racista? (y me seguís subrayando “sos”). ¿Sabes qué? Sos flor de comercial, ¿Por qué no me subrayaste Harry Potter? ¡Ah! Eso sí lo reconocés. Claro, la fueron a ver 700 millones de vejigas y vos ya la admitís. Ta’, ta’, quedamos así…
jajajjaja, muy bueno todo. Pero me mató la parte del Office, es tal cual.
ResponderEliminarVos te reís, pero yo estuve al borde de la locura.
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